Bueno, se acabó mi primer semana de "Back to School" y creo que por ahora tengo algo de tiempo para escribir. Hoy toca el turno a uno de esos posts de "Hola, soy fulano y me gusta bla, bla..."
En situaciones normales, creo que puedo decir sin temor a equivocarme que invierto como un 20% del tiempo que estoy despierto en reír. Creo que todos (o casi todos) alguna vez habrán escuchado aquello de que reír hace bien a la salud y que alarga la vida y que las endorfinas y no se qué. Pues bien, no son los maravillosos efectos secundarios que la risa tiene en el cuerpo y la mente lo que mueve mi "funny bone". (Y miren que los tiene, eh)
Aunque es cierto que en realidad nunca he tenido períodos prolongados de tristeza o depresión ni he vivido cosas realmente duras de esas que resquebrajan el sentido del humor, he llegado gradualmente a la conclusión de que la razón por la cual las carcajadas a menudo llegan fácil es porque mi humor tiene una de dos características: o es muy estúpido o de plano es muy raro.
Casi diario sucede algo así: ya sea que las palabras y/o sintaxis de alguien me parecen hilarantes o que las caras y muecas de la gente en la vida cotidiana me sacan risotadas o que alguien hace algún comentario de esos que demuestran que aunque lees mucho y ves películas y demás, el sentido de la sátira simplemente no puede mantenerse a raya. (Isra y Ek son maestros en eso)
Y entonces, como consecuencia única y natural, la risa estalla. Sonora y políticamente incorrecta. Y todo mi entorno me observa como si de verdad estuviera loco. Como si de verdad sólo yo entendiera por qué aquello es tan gracioso. Ahora, en honor a la verdad esto no siempre pasa pero realmente son muy pocas las personas que comparten esa debilidad por las cosas que me hacen reír.
Pero bueno, para qué les cuento si les puedo ir mostrando por este justo y generoso medio algunas de esas maravillas que la vida tiene y que, según yo, guardan místicas disfrutables e hilarantes momentos de intoxicante risa.
Este video que les mostraré es una de ellas. Simplemente no puedo dejar de reírme cada vez que lo veo. Hay que aceptar que el sujeto tiene su mérito. Si les da risa háganmelo saber, sería interesantísimo saber cuántos sentidos del humor afines hay por ahí. Si no, que conste que lo advertí. Les recomiendo que lo dejen cargar para que lo vean "de corrido".
Por cierto chequen esto. Eso sí es risa políticamente incorrecta y no jaladas.
viernes, 20 de febrero de 2009
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